Rooms se presenta en Plataforma como una experiencia que nace de la colaboración y la construcción colectiva. A diferencia de un espacio expositivo neutro o preconfigurado, los artistas participantes han trabajado desde cero, negociando tanto la forma como el sentido de cada habitación. Más que simples contenedores, los cuartos son territorios habitados que se transforman en procesos de diálogo, incertidumbre y experimentación.

El uso del andamio como recurso estructural y simbólico atraviesa la muestra, marcando la temporalidad de las obras y recordando que todo montaje implica tanto construcción como posibilidad de derrumbe. En lugar de ofrecer certezas, cada espacio plantea una pregunta abierta: ¿cómo se habita un lugar cuando aún está en proceso de ser imaginado?

Esta exposición colectiva forma parte de Attention, un ciclo curatorial de Sacha Craddock que reúne cuatro proyectos —dos colectivos y dos individuales— resultado de visitas a estudios en Los Ángeles, San Diego, Tijuana y Guadalajara. El ciclo propone un terreno de encuentro donde prácticas, lenguajes y geografías se entrelazan sin narrativas predeterminadas, invitando a una experiencia directa y sin prejuicios.

En Rooms, los artistas Andrew Roberts, Gabriel Boils, Juan Manuel Salas, Cristian Franco, Guadalupe Rosales y Leonardo Ascencio exploran el espacio como materia viva: un escenario de tránsito, negociación y promesa, donde la obra no se define de manera definitiva, sino que se despliega como posibilidad compartida entre quienes la crean y quienes la recorren.

Crédito: Benjamín Torres

Sacha Craddock sobre ROOMS: “Quería crear una especie de ambiente en donde los artistas pudieran involucrarse en una ficción diferente”.

Sacha Craddock mujer adulta blusa azul fondo blanco
Sacha Craddock en Plataforma: Crédito: Benjamín Torres

En el marco de la exposición ROOMS una muestra que reúne el trabajo de seis artistas de Guadalajara, San Diego, Los Ángeles y Tijuana, y presentada en Plataforma Arte Contemporáneo, platicamos con la curadora británica Sacha Craddock, sobre el trabajo curatorial y cómo fue concebida esta exhibición. 

 

Yaheli Hernández: ¿Cómo describirías el trabajo de un curadorx? 

Sacha Craddock: El rol del curador se ha vuelto más exigente y se ha profesionalizado más en las últimas décadas. Yo me he integrado al rol curatorial como alguien que estudió arte y estaba muy obsesionada con producir y también ser crítica de arte en los periódicos. Me he acercado a la curaduría desde otras posiciones del conocimiento del arte contemporáneo y también, por qué no, como una forma propia de artista frustrada. 

Pero estoy muy interesada en el rol del arte de manera más general y también me interesa mucho la política. No en la forma en que el arte ilustra la política sino más bien en las estructuras políticas que hacen posible que el arte exista. 

 

YH: Si estuvieras conversando con alguien que no conoce la curaduría, ¿cómo describirías el trabajo hecho para Rooms? 

SC: En ese caso, partamos de esta exposición. Yo fui invitada a ser curadora en Plataforma, en esta exposición que incluye cuatro exposiciones, lo cual es un gran regalo, porque significa que no tienes que decir todo de una vez. Romina Beltrán, asistente curatorial de este espacio, y yo fuimos a la costa oeste: a Los Ángeles, a San Diego, también pasamos mucho tiempo en Tijuana, y luego visitamos a muchos artistas aquí, en Guadalajara. 

Como resultado de ese viaje de investigación quise concentrarme en la costa oeste, referenciando, no de manera obvia, a la frontera, como si de alguna manera estas cosas fueran inalcanzables en términos de arte. Luego volví a Londres, pensando en lo que había visto. Y así, como curadora, tomé decisiones sobre qué trabajo mostrar, qué sería lo mejor para las exhibiciones, cómo representarlo, lo que me pareció lo más interesante. 

Ser curadora se trata del conocimiento de la historia de la arte, por ejemplo la de aquí, de Guadalajara, y de tener ciertas expectativas. Como visitante, puedo hacer algo diferente. En Londres tenemos nuestros hábitos, ideas fijas sobre quién puede hacer una cosa u otra. Como curadora puedo elegir eso y apoyarlo, asó como decir cómo será la instalación minuta en términos de dónde se colocan las cosas, cuál será el enfoque, el diseño entero de la galería. 

 

YH: ¿Qué has aprendido en tu viaje profesional de observación, descubrimiento, conexión con artistas, con audiencias, con estudiantes y con todas esas personas que encuentras en un espacio donde se muestra arte?

SC: Estoy obsesionada con el arte visual. No puedo recordar nombres, pero puedo recordar cada imagen que he visto. Me interesa mucho que las personas que comienzan a hacer arte tengan la oportunidad de mostrarlo, de que no haya una jerarquía entre quién es más famoso. No quiero ser parte un arte que ponga ideas muy fijas sobre quién es importante y quién no. 

Siempre he visto mi papel como el de una persona muy abierta, generosa, que vea el arte y no lo juzgue en términos de su tema, que espere que el arte pueda lograr su éxito en sus propios términos, en lugar de hacerlo por ciertas nociones fijas. Se trata de la obsesión y el amor, el amor por el lenguaje del arte y el hecho de que no buscas algo completamente diferente todo el tiempo, solo buscas los cambios. 

Mujer adulta con brazo en la cintura blusa azul
Crédito: Benjamín Torres

YH: ¿Qué consideras importante en la educación sobre el arte? Háblanos sobre la Escuela de Artes en Palestina. 

SC: La Escuela de Artes en Palestina, debido a la situación de entonces, que ahora está 50 veces peor, no podía existir como un lugar en realidad, pero la llamamos a la Escuela de Artes en Palestina para dar la idea de un lugar que nunca podría existir debido a la ocupación. 

No quiero sonar desagradable o nacionalista, pero el sistema de la escuela de artes en Inglaterra es históricamente muy abierto, liberal, en el sentido de darte libertad para hacer el arte que quieras hacer. Eso nos dio la oportunidad de transformar un espacio donde se puedan presentar oportunidades de educación en el arte. 

 

YH: ¿Cómo fue la selección de artistas que se presentan en ROOMS? 

SC: Romina y yo fuimos a este maravilloso viaje. Visitamos un gran número de estudios, tanto en línea como en presencial. Pedí recomendaciones, expliqué mi abordaje y mi política. Luego, como dije, volví a Inglaterra e hice una selección. 

Este show es muy radical en la forma en la que se monta. Estoy muy contenta con que cada vez más artistas buscan hacer solo un objeto, es decir, una escultura autónoma o una pintura. La idea de la instalación es muy importante: quería crear una especie de ambiente en donde los artistas pudieran involucrarse en una ficción diferente. Que se llamara “Rooms” no significa que todos hicieran una habitación, pero sí está representada por el cuarto de estudiante de Leonardo Ascencio. 

La idea del “Room” es que la gente pueda estar en un espacio y pensar en todo su contexto, más allá de lo que queda en las paredes. Es mucho más sobre la participación de los públicos. Hay una especie de negociación entre yo como curadora y los artistas, para asegurarse de que haya una especie de lenguaje entre ellos. La estructura abierta elude a la temporalidad en la que se encuentra y no a pretender que cualquier cosa es real. Es una propuesta artísticamente un poco extraña para los artistas y lo disfruté mucho. Ha sido una discusión muy intensa a lo largo de todo el proceso. 

¿Quién es Sacha Craddock?

Sacha Craddock (Nueva Zelanda, 1955) es crítica de arte, curadora y escritora radicada en Londres. Estudió en Central Saint Martins y Chelsea School of Art, y desde finales de los años ochenta ha publicado reseñas en medios como The Guardian y The Times. Fue la única periodista en cubrir la histórica exposición Freeze, y desde entonces se ha consolidado como una voz influyente en el arte contemporáneo británico e internacional.

Su trayectoria combina crítica, curaduría y mentoría: fue cofundadora de Bloomberg Space y de ArtSchool Palestine, presidenta de AICA-UK, y durante 25 años encabezó New Contemporaries, apoyando a más de mil artistas emergentes. Ha sido jurado del Turner Prize y del John Moores Painting Prize, además de curar exposiciones en Europa, Medio Oriente y América. Su trabajo refleja un compromiso sostenido con la promoción del arte contemporáneo y el impulso a nuevas generaciones de artistas.