A Luis Villalobos lo vi en una presentación donde cantó como solista hace unos cinco años. Solo él, su guitarra y su voz. Hoy lo conocí personalmente. Llegó a la entrevista con un paso lento y nos saludamos. Es un tipo serio pero agradable. Siempre me ha sorprendido esa voz tan grave, que en el escenario se transforma . PHI es el nombre de su proyecto musical. Solo tiene dos álbumes, pero en realidad es uno solo: Primigenio (2018) como solista y Primigenio (2019), con ensamble.
Benjamín Torres: ¿Por qué decidiste hacer ese relanzamiento de Primigenio? ¿Cuál es la diferencia?
Luis Villalobos: El proyecto inicialmente fue pensado como solista. Nunca pensé hacer una banda, ni un ensamble, ni nada. Con David Blanco y Francisco Lizardi, que fueron quienes me apoyaron en la grabación y producción de ese disco Primigenio, que fue el álbum como solista. En el proceso de la producción del disco dije: “bueno, quiero ensamblarlo para presentarlo en vivo”.
Empezamos así a ensayar las canciones y luego conocimos a estos chicos de Grave, pues de alguna forma se hizo un clic muy chido, una relación como que, pues nos identificamos en muchos puntos en común de la música. Fue como muy orgánico, todos impulsados y de repente ya estábamos ensamblando las canciones entre cinco. Y al final, como músico invitado, un buen amigo que se llama Oscar Rojas que ya había sido parte de la producción también, él aportó en muchas partes, con las flautas y todo esto. Entonces, así de repente ya éramos seis y ensamblamos y presentamos el disco en el Laboratorio Sensorial en el 2019.
BT: ¿Entonces así nació PHI?
LV: Ya se llamaba PHI desde el inicio. Siempre fue como el nombre del proyecto desde solista. De hecho, el proyecto lo tengo activo desde el 2011. Así que he tocado solo. Pero las canciones de este disco sí se empezaron a desarrollar a partir de como el 2016, 2017. Esos integrantes ya se unieron al proyecto, porque las canciones ya estaban hechas. Solamente fue que se adaptaron y aportaron sus instrumentos y su perspectiva. Y el hecho de hacer este siguiente como esa segunda parte, que se llama Primigenio Sesiones, fue esa como la perspectiva del ensamble y la perspectiva del solista.
BT: ¿Quiénes son actualmente los integrantes de PHI? ¿Esos mismos que mencionaste?
LV: Ahorita somos solamente tres. Me faltó uno muy importante que ni dije. Ahí estaba el güero, José Luis Arana, que es mi primo. De hecho, es el que toca el fagot. Al final fuimos siete: David Blanco, Francisco Lizardi, Alicia Aguirre y Ben Mula, que ellos son de Grave; José Luis Arana y Oscar Rojas. De ellos, solamente queda José Luis, Abigail Huerta, que es nueva, y yo con la guitarra.
BT: ¿Cuáles son las influencias de PHI?
LV: Me encanta el rock, pero no soy rockero. Caímos ante las perspectivas de mucha gente, en esa idea de que éramos rock progresivo. No lo considero así, realmente nunca fue mi intención. Soy muy ecléctico en mis gustos. Tengo muchas influencias así variadas, pero que al final sé que se conectan entre sí. Por ejemplo, la primera canción, la que abre Primigenio, que se llama Cruz, siento que está muy influenciada por la parte de mis gustos hacia la música más folclórica, tipo música de los sesentas, setentas, sudamericana o norteamericana también.
Me gusta mucho Atahualpa Yupanqui, Víctor Jara, Leonard Cohen. Me han dicho que el arpegio es muy a Leonard Cohen y estructuralmente y los fraseos muy hacia los sudamericanos: Yupanqui. Facundo Cabral, que a mí me gusta mucho, Silvio Rodríguez, toda esa ola de música, guitarra y voz y nada más.
Y a la par, me gusta mucho también la música y me ha ido influenciando desde antes y entonces en ese proceso, en ese disco, todo lo que es hacia la introspección, meditación, cuestiones muy contemplativas, cuestiones que pueden caer en lo, por así decirlo, psicodélico, pero no es rock psicodélico, porque luego sí creo que hay una línea muy delgada entre eso. No me interesa ser rock psicodélico ni cuestiones así de esa forma, pero que inevitablemente te llevan a un estado hipnótico, te llevan a un estado de contemplación, de profundidad, y sin tener una guitarra, puede ser una sola nota expandiéndose, nada más, una voz.
Me ha ido influenciando desde antes y entonces en ese proceso, en ese disco, todo lo que es hacia la introspección, meditación, cuestiones muy contemplativas.
BT: Busqué los lyrics, pero no los encontré. La canción de Puente se me hace muy de ese estilo.
LV: Pues es una influencia bien amplia también, o sea, estructuralmente, sí va muy hacia la parte folclórica, pero en cierta forma yo concibo esa canción como una batalla; es como un timbre como de una batalla andando, la cadencia que tiene y los fraseos, es como un columpio que está de un lado a otro.
Mi influencia está marcada a partir de experiencias con estados profundos de meditación, específicamente a través de herramientas como enteógenos, y esta canción en específico, la compuse una vez fui a la selva, en Perú. Y estuve ahí unas semanas y tuve, pues, sesiones de toma de ayahuasca. Entonces fue como mucha, mucha introspección, mucho movimiento, así como mucho cuestionamiento. Y andaba viajando solo, entonces en un momento que estaba en un lugar que se llama Ica, que es un desierto, y hay un oasis, y pues me llevé la guitarra y ahí estuve dándole. Me vino como esa letra, esa idea.
El tema de la dualidad es un tema que me ha acompañado durante mucho tiempo específicamente influenciado por esa experiencia que fue así, dualidad. Y casi todo lo posterior a ese disco ya está influenciado por todo este tipo de experiencias, que es un tema en el que en los últimos años me he estado desarrollando mucho. Adentrándome al tema de las ceremonias con estas sustancias.
Yo considero que es una percepción más amplia de la realidad como la concibas. Simplemente es una concepción más profunda de la realidad. Y de esa forma es que he estado… obviamente entre eso y la cotidianidad. Que eso me ha estado generando cómo concebir la vida, mi relación conmigo, o sea, mi autoconocimiento. Y han sido todas las demás canciones influenciadas a partir de ese proceso de autoconocimiento.
El tema de la dualidad es un tema que me ha acompañado durante mucho tiempo.
BT: Tu canción Baba Nam Kevalam es un mantra y es tu canción con más reproducciones.
LV: Si lo profundizo, todas mis canciones son un mantra de cierta manera, porque suelen ser generalmente muy repetitivas. Aunque es irónico a la par, porque trato de que no haya en la escritura, si tiene una letra escrita, que no haya repeticiones como de un coro o algo que sea constante. Pero sí que estructuralmente son como un círculo. Como esta, te llevan a este estado hipnótico, a este estado de insistencia, que es lo que hace un mantra.
Un mantra es la repetición, la repetición, la repetición, hasta que el mantra mismo se disuelva. Ya no hay ni palabras, simplemente es como ese estado de contemplación. Este mantra en especial lo abordé, o lo decidí usar, porque fue un mantra que en algún momento de cierta forma me salvó del insomnio y de muchos miedos que tenía en alguna parte. Sufro, ya no tanto, pero en aquel entonces sufría mucho de esta parálisis del sueño, de que a medianoche de repente te despiertas y no te puedes mover y todo eso.
Si lo profundizo, todas mis canciones son un mantra de cierta manera, porque suelen ser generalmente muy repetitivas. Aunque es irónico a la par, porque trato de que no haya en la escritura, si tiene una letra escrita, que no haya repeticiones.
Un chico de unos videos específicamente decía que recomendaba usar este mantra para en ese momento desbloquear algo. Y lo abordaba desde la parte de que la parálisis, pues desde el misticismo, en que sí hay una interacción con una entidad de alguna forma ahí, el que se te subió al muerto. Y desde la parte científica de que simplemente se despertó una parte de tu cerebro y la otra no te puedes mover. Y me gusta estar en ambas.
BT: Yo vi como que esa canción era como el punto medular del disco, ¿si hay una unidad en sí en Primigenio?
LV: De cierta forma sí lo planteé así. Que tuviera una secuencia. Más bien de hecho la canción de Puente es el puente. Está en el centro, está en el centro y arriba están otras y otras abajo. Marca una diferencia con el resto. De hecho en esta es donde participa más Oscar, que te digo que tiene la flauta, un silbato ahí, que es el silbato de la muerte y muchos instrumentos autóctonos.
BT: ¿Qué es lo que sigue? ¿Ya hay algo en producción ?
LV: De hecho ya lo grabé, ya estoy como a tres cuartos. Está adelantado. Ya se grabó, estoy ajustando ciertos tecnicismos en la compu. Y ya va la parte de la mezcla, que espero no sea tan tardado y la masterización y publicarlo. No tengo fecha tentativa porque estoy así como que la neta ha pasado tanto que no quiero decir una fecha.
Prácticamente desde el año pasado, desde el año pasado ya tengo las canciones, pero por una u otra cosa entre cuestiones de trabajo y actividades personales, no había podido darle como la atención. Me siento muy feliz también con quien estoy colaborando, con David Blanco. Y él es alguien en quien yo confío plenamente en la parte creativa porque creo que él entiende en la totalidad de qué es lo que quiero decir así como el proyecto.
Nada más falta la parte visual. Mi idea de distribución es hacer piezas de barro, pequeñas y piezas únicas de cierta manera y que tengan un código de descarga y este es como lo que puedes adquirir y tienes el álbum. Ahí lo puedes descargar de alguna manera y es algo que se me hace chido porque es mi presente, estoy compartiendo algo que hice con mis manos, entonces ahí haré algunas copias.
BT: ¿Qué vamos a encontrar en este nuevo disco?¿qué has explorado?
LV: Yo lo percibo que está muy equilibrado en el sentido de que un par de canciones o como tres canciones de lo que está ahí, sí tienen esta nueva faceta, que te digo no es como que sea una nueva, como algo agregado, sino como algo que ya está ahí, siempre ha estado, pero solamente lo estoy mostrando en este proyecto. Estoy usando muchos tambores chamánicos, es algo que no había hecho antes, antes teníamos sí con Alicia que metía percusiones, una percusión africana, pero ahorita estoy como algún tipo de tambores diferentes y sintetizadores, ya más como específicamente sintetizadores, con arpegiadores y cuestiones así más hacia la electrónica experimental.
Precisamente me encanta la electrónica experimental y tenía como esa curiosidad de meter algo de eso, pero mezclado con los tambores, con toda la cuestión como más natural, más orgánica, más ancestral, y yo lo consigo así como algo primitivo, futurista, es como el viaje en el tiempo de alguna manera, y hay canciones que tienen eso.
Por ejemplo hay una canción que es una oda al sol, y tiene eso, es como cálida, es como muy más alegre, pero sigue teniendo esta cuestión repetitiva, repetitiva, que te lleva también a un trance, es como estar observando, yo la describo como es ver el amanecer, y el amanecer tiene muchas partes, pero es lento, de cierta manera, vas subiendo poco a poco, y llega un punto donde explota, aparece el primer rayo, y de repente empieza toda la fiesta del día, y así la siento, y creo que sí lo proyecta de alguna manera.
Por ejemplo hay una canción que es una oda al sol, y tiene eso, es como cálida, es como muy más alegre, pero sigue teniendo esta cuestión repetitiva, repetitiva, que te lleva también a un trance, es como estar observando, yo la describo como es ver el amanecer.
Presentación en vivo de PHI
BT: ¿Cómo va a ser la presentación de PHI?
LV: Mi intención es esa, que sea más interactivo de cierta manera, y que te nutra en otros niveles también. Inevitablemente he llevado la música hacia esta cuestión más terapéutica, así como esta parte del autoconocimiento, de desarrollo de la conciencia, de la contemplación, de la introspección, entonces en este evento, esa es la idea, es llevarte a esa experiencia con eso, sumando la música obviamente, a la par de que estás tomando el cacao, de que tienes esta cataplasma, que es un abrazo y símbolo de la tierra también, con el agua que genera la cataplasma.
Acá tal vez va a ser más con velas, pero está también la presencia del juego, y la idea es que están los cuatro elementos ahí, como en comunión mientras acontece todo, y la música que sostiene todo. Durante la primera parte son prácticamente la explicación y uso de las cataplasmas, y luego el cacao, como la toma, y a partir de eso empezamos con la música, de presentación van a ser aproximadamente dos horas.
