Crítica libre de spoiler

Basta con leer la sinopsis de La Sustancia para darse cuenta de que en la película van a ocurrir cosas extrañas; la cuestión es saber en qué medida. Pareciera que ya no hay mucho margen de originalidad en el hecho de que una historia gire en torno a una droga, sustancia, hechizo, realidad virtual o viaje paranormal que en la vida común y corriente de los mortales no existe.

Una de las que se me viene a la mente es la de El hoyo de Galder Gaztelu-Urrutia, donde personas encerradas en una habitación ven bajar una plataforma con comida que se reparte entre todo el edificio vertical  o aquella Stay Alive donde había un videojuego apócrifo que quienes lo jugaban, morían. El común denominador de ese tipo de películas, es que alguien realmente siniestro (o la vida misma), pone a los personajes en un determinado lugar  o situación enrarecida o les da acceso a alguna cosa especial, bajo cierto reglamento, que los llevará al límite de la supervivencia.

SINOPSIS DE LA SUSTANCIA

Elisabeth Sparkle, una ex estrella de primera línea, pasada de moda y repentinamente despedida de su programa de fitness en televisión por el repulsivo jefe de estudio Harvey. Entonces se ve atraída por la oportunidad que presenta una nueva droga misteriosa: LA SUSTANCIA. Todo lo que se necesita es una inyección y ella renacerá – temporalmente – como la hermosa veinteañera Sue. ¿La única regla? El tiempo debe dividirse: exactamente una semana en un cuerpo, luego una semana en el otro. Sin excepciones. Un equilibrio perfecto.

En La Sustancia, es eso: una sustancia que una organización dispone a las personas que tiene un determinado método de uso que les otorga la capacidad de desdoblarse en una versión más joven de sí mismos. La misma persona en dos cuerpos: en su cuerpo actual y en uno más joven. Repito: en nuestras críticas no hay spoiler. Eso se sabe de antemano que va a ocurrir. ¿Cuál es la diferencia, pues, entre ese tipo de películas y La Sustancia? Sin duda, la grandilocuencia en todos los sentidos.

Mujer adulta viendose en el espejo pelo suelto La Sustancia
Demi Moore interpreta a Elisabeth Sparkle en "La Sustancia", una actriz cuya carrera va en descenso. Crédito: Cortesía MUBI

Es bien sabida la historia de que antes de ser director, Quentin Tarantino era (todavía es) un consumidor obsesivo de películas de todo tipo. En su juventud veía todo lo que encontraba a su paso, incluidas las películas conocidas como Serie B. Quien no lo sepa, las películas Serie B son aquellas de bajo presupuesto que se produjeron en la época de oro de Hollywood, pero con el paso de los años han llegado a resignificar más un estilo que una época. Ese estilo que se caracteriza por ciertas estéticas y narrativas (horror, fantasía, ciencia ficción, gore, etc, etc),  realizadas con mucha experimentación y libertad creativa, lo comparten las Series B. Tarantino tomó lo que quiso de estas y las hizo un sello personal.

Mientras que normalmente este tipo de películas se engloban dentro de ciertos subgéneros de la ciencia ficción, cuyo presupuesto son limitados y la imaginación y destreza del crew hacen posibles la creación de verdaderas joyas, en La Sustancia hay todo un gran presupuesto detrás para hacer y deshacer a su antojo la historia. Pero un gran presupuesto conlleva una gran responsabilidad. Y la directora francesa Coralie Fargeat  —quien ya había demostrado en su ópera prima Revenge que eso del gore, los efectos especiales y el horror se le da muy bien— cumple con una gran película.

La Sustancia 2
Margaret Qualley interpreta a Sue. Crédito: Cortesía MUBI

Ese cine hace tiempo dejó de ser un nicho. Ya el cine actual lo ha asimilado y no es difícil encontrar en las series o películas algún guiño que remite a Series B. Lo anterior lo comento porque La Sustancia es una de ellas, es decir que toma muchos de esos elementos, pero en el marco de una megaproducción. El resultado: una película a la que no le faltan recursos para hacer de cada escena una explosión de sentidos.

Cuando hablo de escena no me refiero solo a la imagen, sino también al sonido, como los folyes, las conversaciones, la música, así como los close ups, las actuaciones, el decorado, los vestuarios; es la estética de la publicidad. Estéticamente hablando, parece como si fuera un comercial de dos horas y media (aprox.) Todo esto está muy bien, pero es una película, dirás. Qué de la historia.

Entrar a la lógica de las películas es el pacto que se firma cuando vamos al cine. Así nos creemos, por ejemplo, que sea normal estar en otro planeta o que no nos cause nada de ruido ver a un hombre convertirse en un superhéroe, en vez de verlo morir por la mordedura de una araña, como pasaría en la vida real. Cuando se admite el pacto en La Sustancia, la historia te envuelve rápidamente. Se quiere saber qué va a continuar a cada momento. La propia narrativa va soltando pistas, pero también hace surgir más dudas. ¿Y qué pasaría si…?, se pregunta el o la espectadora.

Manos mujer sosteniendo un cartel en idioma inglés caja al fondo La Sustancia
"La Sustancia" se estrena el 19 de Septiembre en cines de México. Crédito: Cortesía MUBI

Como entramos en un mundo totalmente nuevo, no tenemos referencias conocidas sobre lo que le ocurre a la protagonista. Coralie Fargeat, la directora y también guionista, se hizo las mismas preguntas antes, por lo que ella nos va mostrando poco a poco lo que te estás preguntando. Demi Moore y Margaret Qualley son increíbles y agradezco su voluntad de entrar en este tipo de dinámicas seriebescas(sí, el epónimo es mío). También hay espacio para el humor, la reflexión y la tristeza. Pero la falsa lógica de las películas también se rompe y, en La Sustancia, es quizás su mejor rostro.

Todo bien en La Sustancia. En lo personal solo hay un punto malo y es el acartonamiento de los y las personajes que no son las dos estrellas mencionadas. Tal vez era su intención, como en el caso en el que se trata de caricaturizar a arquetipos de la industria. No lo sé, pero no importa demasiado. Demi Moore y Margaret Qualley alumbran por sí mismas toda la película. Si la ven en cine no lleguen tarde, ya que el time lapse del principio, es una genialidad y de los mejores que he visto.

Mujer blanca cabello recogido micrófono fondo verde La Sustancia Coralie Fargeat
Coralie Fargeat, directora de "La Sustancia".

¿Quién es Coralie Fargeat, directora de La Sustancia?

Es una cineasta, guionista y directora francesa reconocida por su enfoque audaz y estilizado dentro del cine de género. Nacida en París, estudió en la prestigiosa escuela de cine La Fémis antes de iniciar su carrera en la industria cinematográfica. Fargeat debutó como directora con el cortometraje Le Télégramme (2003), pero alcanzó mayor reconocimiento internacional con su ópera prima en largometrajes, Revenge (2017), un thriller de acción y terror que revitalizó el subgénero de la «rape and revenge» con una mirada feminista y visualmente impactante. Con su trabajo, Fargeat se ha consolidado como una voz original dentro del cine contemporáneo, especialmente en el género de terror y suspenso, donde explora temas de empoderamiento y supervivencia con una estética estilizada y poderosa.